Tenía 17 años cuando mató a martillazos a sus papás, que estuvieron conscientes durante la brutal masacre. El joven de ahora 30 años habló en un perturbador reportaje desde la cárcel.
Navegaba como tantas otras veces, sin imaginar que sería la última. Su última historia en Instagram quedó como un inesperado testimonio previo a la tragedia.