Un poema grabado en 1915 sostiene la secuencia más impactante de la película de Danny Boyle Zombies, infancia y ritmo marcial en una escena de terror que se vuelve literaria.
Leo Mountain había ganado el campeonato regional de Morecambe, Inglaterra. Más de 61 boxeadores y 13 clubes deportivos se unieron para rendirle tributo y ayudar a su familia.