Adriana Smith era mantenida con vida porque la ley le prohibía interrumpir su embarazo. La mujer de 31 años había ingresado al hospital a pocos meses de dar a luz.
Logró avances científicos referidos a la ralentización del envejecimiento. Gracias a su aprendizaje, adoptó una rutina y dice haber rejuvenecido 10 años su ADN.